LUZ Y OBSCURIDAD

 

Cuando un Padre llora, el cielo se obscurece.

El ocaso se apresura, la luz desaparece.

¡Hijo! (llora y gime), nunca lo sabrás.

Tal parece, pero tu que 1o sabes,

Luz del claro cielo, de mi pecho.

¿Por que te ocultas?

¡Tengo alma, tengo derechos!

Y los amigos, los parientes, los hermanos;

Dan consejos y pocas veces dan consuelo.

Como espigas de oro, los muchachos son;

Crecen alto, tan alto, escapando de las manos;

Dejando, dejando solo penas,

Cuando insurrecta la imagen,

De niño tan perfecto,

Cariñosa y dulce cual la miel

Es solo amarga hiel.

El beso de la infancia

Únicamente arañazo al corazón.

Y de los cuentos infantiles,

¿Que oyes? Quejas y lamentos.

Y las risas y sonrisas, ¿Que son?

Silencio... Silencio.

¿Y los abrazos y consejos y miradas?

Solo nostalgia, niebla, otoño gris, nada

Noche, bruma, sombra.

Cristal tallado, cielo ceniciento;

Pues el sol se pone en la dorada playa.

Si, el niño se nos va...

!Si!   Con el también la aurora va.

 

Y luego... Luego...

Niños, monaguillos, resorteras y campanas.

¡Son los nietos!  ¡Son los nietos!

Pequeñuelos, emociones renacidas.

Brillantez, luz del candil que iluminará tus ojos.

Otra vez pues, también entonces,

El hijo será diamante;

Como lo eres Tú. Como lo eres Tú.

¡0h!   Padre compungido.

 

Habrá regocijo en 1a sonrisa,

Cicatriz en esa herida.

Cantos en el alma, risas en las voces.

Se juntan los caminos.

El cielo se embellece,

Con aurora majestuosa.

Flores, rosas blancas,

Y violetas crecerán donde estuvieron,

Las espinas en lo árido del alma

Empapada por el llanto.

Por tanto, tanto sufrimiento.

Y luego, camisetas, resorteras;

Pájaros que vuelan,

Vidrios que se estrellan.

Padre que reprime,

Abuelo que defiende.

Corbatas, diplomas que vendrán.

Caminos que se juntan,

O caminatas que se truncan.

Pero siempre serán los niños, 

Los que  mueven  los destinos 

Los que construyen  los caminos,

Los senderos  que caminamos juntos

Tu y Yo  y todos una y otra vez .